El blog de omnitemático

Los animales estuvieron, desde los gigantescos dinosaurios hasta las unicelulares bacterias, presentes en la creación con antelación a la aparición del hombre. Su existencia está ligada con los otros dos reinos, el vegetal y mineral, para conformar la naturaleza que, además aporta otros factores mucho más aleatorios y ominosos como: el clima y los movimientos tectónicos cuya injerencia influye en toda especie viva.

Los animales clasifican como tales si son seres que se desplazan con locomoción propia y cumplen con el ciclo de nacer, alimentarse, procrear y morir.

El gran reino animal, para ser mejor comprendido, ha sido clasificado en: metazoos y protozoos, atendiendo al número de células que integran su organismo y en vertebrados e invertebrados, considerando si tienen o no esqueleto. La extensión del tema tiene hoy un tratamiento metodológico que partiendo del reino, en este caso el animal, se subdivide para clasificar a las especies de acuerdo a sus taxones o características que los emparenta para conformar clases, órdenes, géneros, familias, especies y subespecies. Por ejemplo: el hombre es un animal, mamífero que pertenece al orden de los primates, a la familia de los homínidos y al que se le denomina “homo sapiens” por guardar una permanente posición bipedada y tener un cerebro con capacidad de raciocinio.

La naturaleza da hospedaje, en suelo, mar y aire, a incontables especies que en la gran clasificación de vertebrados agrupa a: mamíferos, aves, peces, anfibios y reptiles y, en la de invertebrados: a insectos, crustáceos arácnidos y miriápodos por el lado de los artrópodos y al otro a los moluscos, gusanos, equinodermos, medusas y esponjas.

El tema del reino animal genera un bastísimo campo de investigación que, por ejemplo, en el específico del zooplancton, punto de partida de una gran cadena alimentaria, permite desarrollar estudios muy amplios e interesantes. El zooplancton agrupa a la comunidad más grande de especies vivas ya que no solo la conforman los protozoarios sino también muchas especies, inclusive de vertebrados en estado larvario. El zooplancton, que se nutre del fitoplancton, son el alimento de los peces pequeños que a su vez lo son de los más grandes que terminan siendo capturados por el consumidor final: el hombre.